Los dos lo sabian, sentían amor!

30 abril 2011







Déjeme confesarle Señor de mis sueños,
que si de algo estoy completamente segura,
es de que no puedo dejar de pensar en usted.
Me lleva al borde de la locura.
Señor, mi mundo se ha puesto de revés
y en mi la confusión se hace cruda.
Al solo verlo se me eriza la piel
y a la determinación que llevaba en mi intacta
me la ha arrancado el viento
junto a la cordura que en mi quedaba.

Quiero decirle por último, Señor,
que la perfección esta lejos de ser lo que es usted,

si
n embargo, sepa que soy suya de cabeza hasta los pies.